Es habitual ver a las madres hablar con el bebé mientras aún están dentro de la barriga, incluso el papá y otras personas llegan a hacerlo con mucha ilusión. Pero, ¿Qué efecto tiene esta acción? Hoy te explicamos acerca de la comunicación con el feto y su relevancia en su bienestar.
¿Buena idea o un acto sin sentido?
¿Sabías que la voz de la mamá es de los mejores estímulos que puede recibir el bebé desde el exterior? Es cierto que en los primeros 3 meses, el sistema auditivo del niño ni siquiera se ha desarrollado completo, pero se recomienda comenzar esta práctica; una mamá feliz que afirma la existencia de su bebé, le transmitirá esa sensación de felicidad.
Cuando se cumpla el cuarto mes de gestación, el niño podrá escuchar los sonidos externos, el de mamá es de los preferidos porque le resulta agradable los sonidos agudos. Poco a poco comenzará a reconocer la voces y diferenciarlas por los ritmos y la entonación.
La música también es una forma de comunicarse
Seguramente has escuchado que es bueno ponerle música al bebé mientras está en la barriga, esto es cierto porque estimula al niño y se crea un medio de comunicación con él. Para este fin se utiliza la musicoterapia, puedes ir a centros especializados para su disfrute o hacerlo en casa.
Elige un ambiente tranquilo en la casa y luego, pon algo de Mozart. Se cree que sus composiciones son recomendables para bebés debido a que la vibración del sonido llega hasta el útero ocasionando estímulos neuronales y placer al niño.
Así mismo, se cree que los niños que reciben este tipo de estímulos musicales desde la gestación tendrán beneficios en un futuro, como llorar menos y dormir mejor.
¿Cuándo y cómo hacerlo?
Para hablar con el bebé es recomendable optar por esos momentos donde hay tranquilidad y oportunidad para relajarse. De hecho, es válido establecer un tiempo del día para hacerlo diariamente, por ejemplo por la noche cuando te desocupes de tus quehaceres.
Puedes incluso crear un ambiente para ello junto a tu pareja. Coloca música relajante de fondo y siéntate cómodamente, visualiza al niño dentro de la tripa al acariciar la barriga y hablarle para un mejor resultado; ten en cuenta que después de la comida el bebé está más activo, por lo que posterior a la cena es un momento ideal.
No hay un guión exacto a seguir para comunicarte con el bebé, simplemente déjate llevar por el amor y los sentimientos que despierta en ti su existencia usando un tono de voz suave y calmado. También puedes optar por leer un cuento o cantar, si bien el bebé no entenderá lo dicho, disfrutará los cambios de entonación.
Se recomienda a esto sumarle también la práctica de la haptonomía, es decir interactuar con el bebé mediante la respiración y el tacto. Para ello, solo tienes que hacer respiraciones profundas y realizar diferentes movimientos y masajes en la barriga.
Foto de Anna Hecker
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