La Navidad es una época llena de alegría y amor, pero en cambio para el niño autista pueden ser días llenos de angustia, por lo que los papás tienen el deber de hacer lo posible para hacer más llevaderas las festividades para su hijo.
Si van a reunirse con otras personas, es importante que les expliquen acerca de esto, ya que podrán ayudar a que el niño se sienta más cómodo y pueda festejar junto a ellos.
¿Por qué el niño puede abrumarse en Navidad?
Un padre que siempre está atento a su hijo tendrá mayor facilidad para detectar cuándo hay algún problema e incluso el posible motivo. Por eso, es esencial saber notar las reacciones del niño ante los cambios que ocurren en la época navideña que suelen generar ansiedad en los pequeños con autismo.
Esto es importante porque no hay un manual exacto sobre cómo suceden las cosas y por qué, debido a que si bien se habla de niños con autismo, todos tienen sus particularidades. Por ejemplo, para algunos la Navidad puede resultar tan agradable que se convierta en obsesión, mientras que para otros los estímulos de la época despiertan temores y angustia.
Sin embargo hay algunos problemas generales que suceden en épocas navideñas en los niños con autismo. Uno de estos es el cambio en la dinámica diaria, ya que llega el periodo vacacional y no hay actividades escolares si no tiempo libre, por lo que hay un cambio en la organización del día a día.
También otro aspecto que suele causar perturbación a los niños con autismo es la presencia de nuevos estímulos sensoriales, como olores y sonidos. Así mismo, la llegada de invitados a la casa o desplazarse a otros sitios es una situación común que genera estrés.
Consejos para que las festividades sean más llevaderas
A pesar de lo antes mencionado, no es imposible reducir el estrés y la ansiedad en los niños. De hecho tomando algunas medidas tu pequeño podrá disfrutar de las fiestas navideñas junto a sus seres queridos.
Hay varias maneras de ayudarlo y una de ellas es explicando el itinerario establecido para la celebración de nochebuena, por ejemplo. Incluso puedes asignarle una tarea sencilla para que colabore y se sienta parte de la festividad.
Si la fiesta es en tu casa, asegúrate de tener un espacio donde el niño pueda relajarse si llega a sentirse muy abrumado. Por el contrario, si vais a ir a otro sitio, prepara una mochila con objetos que le ofrezcan consuelo, como su peluche favorito o libros, entre otros.
La preparación de los regalos es un momento muy bonito que permite fomentar valores y principios, como preocuparse por los demás, compartir y fortalecer habilidades sociales, así que anima a tu hijo a involucrarse.
Si regalo es para él, incluso puedes optar por envolver un juguete que ya tenga en uso. Para los niños autistas desenvolver algo que es familiar y le resulta agradable le puede ofrecer tranquilidad.
Foto de Chad Madden
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