Si hay algo que cautiva a las personas es la sonrisa de un bebé. Porque la ternura y gracia que transmite es única y contagiosa, sin embargo ¿sabías que esta cambia durante su desarrollo? Conoce más acerca de este maravilloso suceso que atraviesa tu bebé.
Sonrisa refleja
¿Alguna vez viste a tu recién nacido mostrar una especie de mueca semejante a una sonrisa? Esto puede llegar a suceder al nacer o incluso en ocasiones se observa en las últimas ecografías realizadas. Este curioso suceso puede ocurrir a partir de la semana 23 del embarazo.
Sin embargo, este tipo de sonrisas no se suelen considerar como un gesto realizado con conciencia, más bien es un reflejo. Se cree que es un automatismo y no una acción con intención comunicativa, aunque algunos expertos dudan de eso.
Pero en líneas generales, se considera que la sonrisa refleja no tiene raciocinio ni emoción, a pesar de que es indiscutible que despierta la ternura de los padres.
Sonrisa social
A diferencia de la anterior, no se forma inconscientemente, sino que se desarrolla a partir de la experiencia vital del pequeño. Por lo tanto es una sonrisa social que resulta intencional, racional y auténtica, la cual podrás apreciar cuando el bebé alcanza a tener un mes de edad.
Al ser una sonrisa social, el bebé la usa con la intención de comunicarse con otros. Por ello, ante este gesto por parte del pequeño, es necesaria dar una respuesta, ya que está a la espera de ella al ser parte del proceso de socialización.
La sonrisa social tiene un gran valor para el bienestar del niño, ya que implica la integración de un elemento más en sus habilidades comunicativas, como sucede con el llanto.
Sonrisa anticipada
Cuando un bebé alcanza los 9 – 12 meses de edad la sonrisa ya ha evolucionado mucho más. Esto se puede percibir porque hay una atención conjunta que conecta con la sonrisa anticipada. Por ejemplo, el niño contempla un juguete con una sonrisa y después, dirigirá la atención hacia el padre, para regresar su mirada al mismo objeto inicial manteniendo dicha expresión.
Esto sucede porque el bebé está compartiendo con el padre, o la persona involucrada, esa emoción generada por el juguete. Así se va desarrollando aun más sus habilidades sociales e incluso el sentido del humor del pequeño.
¿Cómo reaccionar ante la sonrisa del bebé?
Ante la sonrisa de un bebé siempre hay que dar respuestas, es lo que el niño espera y además ayuda a fomentar el desarrollo. Debes actuar con caricias y emitir palabras agradables para fortalecer la relación entre ambos y dar a entender al niño que una sonrisa genera resultados positivos.
Ayuda a fomentar las sonrisas en el bebé y para ello, hacer tonterías es realmente útil. Tan solo acercate un poco a su cara y comienza a realizar una serie de sonidos, canta, habla y, por supuesto, sonríe también a tu pequeño.
Un estímulo presentado como elemento sorpresa ayuda a que el pequeño sonría. También prueba a hacerle cosquillas y hacer otras acciones físicas cariñosas que fomenten la sonrisa en tu bebé.
Foto de Filip Mroz
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