Los padres tienen el papel protagonista cuando se trata del fortalecimiento de la autoestima. La forma en la que los niños se muestran al mundo y también se conciben a sí mismos, está determinado por las actitudes que tienen los padres con respecto a la enseñanza de la aceptación de sus virtudes y fallos, y cómo reaccionar a ello.
La autoestima debe verse como parte de los pilares del desarrollo de los niños, ya que les permite avanzar en su crecimiento personal; se convierte en su escudo protector y hace posible que puedan hacer frente a las distintas experiencias que van surgiendo en su camino. Por esta razón, se le da un papel de suma importancia a su fortalecimiento.
Que los niños tengan una autoestima alta no se trata de una enseñanza de un día, es algo que se construye constantemente. Las inseguridades y la idea de sentirse incapaz surgen con frecuencia, por lo que siempre hay que ayudarlos a lidiar con eso y guiarlos para que creen un mecanismo de defensa ante esos pensamientos.
¿Cómo ayudar a tu hijo a fortalecer su autoestima?
Todos los niños pueden enfrentarse en algún momento a situaciones que pongan en duda sus capacidades y reaccionar de forma distinta, mientras unos pueden mostrarse más seguros, otros pueden elegir aislarse.
Los padres tienen la responsabilidad de que sus hijos decidan elegir la primera forma de afrontar las situaciones difíciles, es decir, que sean seguros de sí mismos. Para ello, existen un conjunto de actitudes que ayudan a fortalecer la autoestima:
1. Asignarle responsabilidades
Dejar que los niños realicen algunas tareas del hogar y participen en ciertas decisiones personales, es una forma de fomentar su sentido de autosuficiencia e independencia.
Sienten que su contribución es importante por lo que van fortaleciendo su confianza.
2. Valorar su esfuerzo y logros
Así como se celebran los logros, con el esfuerzo debe hacerse lo mismo, inclusive, es en este en el que hay que enfocarse, ya que así los niños aprenderán que los resultados no son lo único importante, sino que el compromiso también tiene un gran valor. Además, en un futuro serán capaces de seguir intentando cuando no consiguen lo que esperaban, pues comprenderán que fallar también es una enseñanza y parte del camino.
Pero ten cuidado con elogiarlo de forma excesiva. Los elogios que no se sienten merecidos están vacíos de sinceridad y esto es percibido por los niños. Por ejemplo, si no hizo algo bien, en lugar de decirle “lo hiciste genial”, es mejor expresarle “sé que hoy no te fue bien, todos tenemos días malos, mañana te irá mejor”.
3. Identificar y corregir las creencias limitantes
Muchas veces los niños tienen pensamientos errados sobre sí mismos, lo cual afecta su autoestima. Es fundamental identificar esas creencias limitantes o erróneas antes de que las internalicen. Para ello hay que evitar que desarrollen obsesiones sobre su aspecto físico y que cuestionen constantemente sus capacidades.
4. Evitar las comparaciones
Es fundamental evitar decirles ¿Por qué no eres como…? Esto solo hará que los niños recuerden sus fallos y provocará que comiencen a crear un concepto negativo de sí mismos, como por ejemplo, que son insuficientes; en algún punto, estas creencias pueden escalar y convertirse en pensamientos autodestructivos.
Considera poner en práctica estas actitudes en la relación con tu hijo, así podrás fortalecer su autoestima y asegurarte que se está construyendo de una forma sana. Además, siempre recuerda mostrarle tu amor incondicional, para que así sienta que es merecedor de este por su existencia misma, y que no debe tener la aprobación de alguien para sentirse amado.

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