Los niños sensibles reaccionan a los pequeños detalles que nosotros no vemos. Por ejemplo, si haces un pequeño gesto de desagrado que tal vez ni siquiera lo notes, él se dará cuenta enseguida y puede que se preocupe de más por ello e incluso que dure todo el día, sufriendo pensando en tu enfado.
Un niño que tiene esta sensibilidad especial, puede llorar cuando ve a otro pequeño llorar, se sentirá triste si ve un animal lastimado e incluso si ve una pintura que sea conmovedora, como la de un abuelito pidiendo limosna.
Son niños muy amorosos, pero que tienden a sufrir bastante por todo, por lo que puede herirlo a su alrededor. Estos niños suelen ser más propensos a los ataques de sus compañeros, pues lloran con facilidad, así que, como padres, debemos buscar la forma de fortalecer su carácter, para que no sufra tanto con todos los acontecimientos de su vida.
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