Cualquier niño puede tener algo de dificultad y confusión para poder entender por qué mamá y papá un día deciden separarse. Por lo tanto, es necesario saber cómo actuar en esos casos para proteger al pequeño y hacer este proceso lo más fácil posible.
Honestidad y claridad ante las dudas
Ser honesto con tu hijo no implica que debas darle cada detalle acerca del divorcio, sus porqués y el proceso. Lo que sí quiere decir es que se debe mantener al tanto sobre lo que sucede y ofrecerle explicaciones sencillas al respecto, sin agregar adornos o mentiras que puedan confundirlo.
Hay que ser consciente de que es muy posible que el niño quiera saber sobre la situación, porque notarán que hay cambios en el día a día o incluso en la actitud de los padres, y si bien por su corta edad no llegarán a realizar preguntas complejas, seguramente manifestarán esa inquietud.
Lo mejor es siempre contestar con seguridad, delicadeza y claridad para que el pequeño pueda ir comprendiendo lo que sucede. Por ejemplo, puedes usar frases como “hemos decidido que nos sentiremos más felices si cada uno vive en una casa distinta”.
Durante el tiempo que compartes información al respecto con tu hijo, no solo debes ser claro, también en el proceso haz que se sienta amado y seguro.
Hazlo sentir valorado y con libertad para expresarse
Hay que reforzar esta última idea sobre hacer sentir el niño seguro, amado y valorado. Ya que durante el proceso de divorcio, no solo la pareja atraviesa un sinfín de emociones, los hijos involucrados también.
De hecho, como son niños pequeños y se les hace difícil comprender del todo qué sucede, es aún más complicado para ellos asimilar los cambios, por lo que es normal que experimenten varias emociones y tengan dificultades a la hora de expresarse.
En medio de ello es posible que haga varias preguntas e incluso algunas llegan a ser repetitivas, así que la paciencia es necesaria. Así mismo pueden presentarse signos de regresión, como orinar en la cama cuando ya no lo hacía, por lo que en esos casos puede ser de gran ayuda la intervención profesional.
Otros aspectos a considerar
A veces en el proceso de divorcio los padres cometen algunos errores con los hijos como obligarlos a apoyarlos al tomar una posición de enemistad con su ex-pareja. Para ello, recurren a hacer malos comentarios directamente sobre el padre o madre e incluso la familia de donde proceden, cosas que no deben hacer dirigiéndose hacia el niño o en presencia de él.
Por otro lado, como es comprensible que los padres no quieren ver tristes a sus hijos, les permiten fantasear con una futura reconciliación entre la pareja. No obstante, no se recomienda fomentar ni regañar por tener esas ideas, sino explicarles con calma que no es una posibilidad porque hay una decisión tomada.
Es habitual que los niños se sientan culpables de la separación, por lo que debes aclararle que no es así. Siempre ambos deben comunicar su amor incondicional, así como estar atentos a cualquier cambio en el pequeño.
Foto de Kelly Sikkema
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