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Señales de que el bebé es celíaco

La celiaquía es una enfermedad autoinmune más común de lo que se piensa. Desde los primeros años de nacimiento, los padres pueden notar cierto comportamiento negativo después de la alimentación rutinaria del bebé, por lo que es recomendable acudir a un profesional al notar las primeras reacciones anormales del bebé después de su alimentación y su absorción de nutrientes para su correcto crecimiento.

A continuación, se describirá el comportamiento de los bebés respecto a este padecimiento como información valiosa para padres que necesiten orientación ante una situación similar.

Bebés celíacos y su comportamiento

La enfermedad mayormente puede manifestarse desde su nacimiento o en algunos casos cuando ya sea mayor. Sin embargo es normal que los padres noten que la salud del bebé no es promedio en comparación a la rutina alimenticia de otros bebés conforme van creciendo, ya que los síntomas podrían aparecer años después debido a una predisposición genética.

Cuando se presenta celiaquía, el organismo del bebé intenta erradicar un nutriente que el sistema digestivo no asimila adecuadamente. Años atrás, la medicina creía que solo se trataba de una intolerancia a los lácteos, una condición digestiva a la lactosa. Sin embargo es una teoría reducida teniendo en cuenta que los síntomas persisten cuando se ingiere más que lactosa. Conforme pasaban los años, las investigaciones se ampliaban dejando como resultado el descubrimiento de una reacción significativa al gluten.

El comportamiento negativo del bebé ante los alimentos comienza a notarse a partir de su digestión y, debido al malestar, tienen pérdida de apetito. La enfermedad surge debido a que los anticuerpos derivados del gluten empiezan a dañar otros órganos del cuerpo, principalmente los intestinos, lo que deja como resultado una serie de malestares.

La única solución ante este padecimiento es seguir una estricta dieta alimenticia fuera de gluten, ya que al restringir esta sustancia no habrá ningún tipo de reacción negativa en el organismo del bebé.
En la mayoría de los casos, los síntomas regularmente son vómitos, diarrea, falta de apetito, estacionamiento de la curva de peso, retraso del crecimiento, abdomen hinchado y las nalgas aplanadas. Sin embargo, cada bebé puede presentar solo algunos de los síntomas en tiempo prolongado o de inmediato, es importante tener en cuenta que cada organismo reacciona diferente.

Principales síntomas

Vómitos: Normalmente después de comer no se digieren regularmente los alimentos, por muy ligeros que sean, por lo que el niño manifiesta náuseas y en algunas ocasiones vómitos.
Dolor abdominal: Otro síntoma que se puede manifestar en el niño es la distensión abdominal debido a la intolerancia al gluten. El padre o madre puede palpar el abdomen y darse cuenta que después de alimentar al niño se manifiesta hinchazón.
Esto ocurre porque el estómago acumula gases, causando incómodas molestias abdominales de forma prolongada. Además, después del complejo proceso digestivo, las heces son malolientes y pálidas.

También, se pueden presentar algunos síntomas alternos, como los siguientes:

• Irritabilidad.
• Pérdida de peso.
• Retraso en el crecimiento.
• Falta de energía.
• Anemia.
• Calambres musculares.
• Dolores en los huesos y articulaciones.
• Defectos en el esmalte dental.

Foto de Katie Smith
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