Cuando se habla del retraso madurativo, se hace referencia a un trastorno del desarrollo que pueden padecer los niños durante sus primeras etapas de crecimiento. Por lo general, si se descubre a tiempo, los niños pueden alcanzar un desarrollo normal siempre y cuando se sigan las indicaciones del especialista.
Este trastorno se manifiesta como un retraso en el curso normal del desarrollo de los niños, afectando su pensamiento, lenguaje, comunicación, motricidad y hasta el crecimiento. Por este motivo, los infantes que presentan un retraso madurativo tienen un nivel de desarrollo que no corresponde al de su edad.
Usualmente, el retraso se comienza a notar en los primeros años de vida, sin embargo, existen casos en los que se manifiesta alrededor de los dos o tres años. Por eso es muy importante conocer las señales de este trastorno del desarrollo, para así poder tratarlo a tiempo.
Señales que alertan sobre el retraso madurativo
En el primer año del bebé:
→ Comienza a gatear después de los 12 meses o incluso más tarde.
→ Balbucea sus primeras palabras al año o incluso más tarde.
→ No manifiesta un interés por enseñar sus juguetes o las cosas que llaman su atención.
→ Cuando lo llaman por su nombre o le muestran objetos que deberían despertar su atención, no reacciona a esto.
→ No reconoce los sonidos familiares, como por ejemplo la voz de sus cuidadores.
→ Se nota desinteresado hacia los juegos y los juguetes.
→ No puede imitar acciones, sonidos o ritmos sencillos.
Desde el segundo año del bebé:
→ Mientras los demás niños de su misma edad caminan, él apenas está comenzando a dar sus primeros pasos.
→ Se le dificulta integrarse con los niños de su edad para jugar o hacer cualquier otra actividad.
→ No identifica dibujos, objetos o fotos de personas cercanas.
→ El desarrollo de su imaginación es primitivo, por lo que manifiesta un desinterés hacia los juegos creativos.
→ Se desconcentra con facilidad.
→ Se le hace difícil seguir normas sencillas y órdenes que involucren más de una ejecución.
→ Su vocabulario es muy limitado.
→ Con frecuencia no expresa cómo se siente emocional ni físicamente.
→ Su periodo de concentración es de solo 10 minutos.
→ No puede ir más allá de la función del juguete, es decir, si está jugando con un carrito solo lo va a mover, pero no va a asociarlo, por ejemplo, a que sirve para llevar a personas.

Conocer estas señalas te va a permitir reconocerlas en tu bebé y consultar con un especialista a tiempo. Por supuesto es alarmante, pero ten en cuenta que si tu hijo recibe los estímulos en el momento indicado, podrá alcanzar un desarrollo normal.
Educa Sonris@s, tu escuela infantil en Valdemoro
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