Son cuatro etapas las que se distinguen en este proceso:
a) Fase de indiferenciación (0-2 años): los niños apenas están descubriendo que con ciertas partes de su cuerpo pueden manipular y tocar cosas, así que la lateralidad no está definida.
b) Fase de alternancia (2-4 años): los niños utilizan sus manos y pies indistintamente, siguen explorando su entorno.
c) Fase de definición (4-6 años): el patrón de lateralidad comienza a determinarse.
d) Fase de automatización (6-7 años): la lateralidad empieza a mostrarse como algo automático, que se puede ver en actividades como cepillarse los dientes o el cabello, llevarse una bebida a la boca, patear un balón o agarrar algún objeto.
Finalmente, es importante que consideres que los rangos de edades de las etapas no son rígidos, sino que pueden variar dependiendo de los estímulos que reciban los niños, su edad de escolarización, alguna afección física, trastorno del desarrollo o del aprendizaje.
Puedes observar estas fases como una guía que sistematiza el proceso del establecimiento de la lateralidad, no obstante, ten en cuenta que si tu niño o niña se encuentra cercano al final de la última etapa (7 años) y aun no se encuentra definida su lateralidad, es imperativo entonces que hables con un especialista en el área para crear estrategias que estimulen este desarrollo.
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